¿Cómo se dilatan las pupilas?

¿Cuándo y por qué tenemos las pupilas dilatadas? La pupila es un orificio ubicado en el centro del iris, cuya función es la de regular el paso de la luz hasta la retina, donde se proyectan las imágenes.

El grado de dilatación de la pupila depende de la luz que recibe. Cuando la iluminación es intensa, la pupila se contrae para proteger a la retina. En la oscuridad, o con iluminación tenue, se dilata para facilitar que a la retina le llegue la máxima luz posible a fin de percibir al máximo las imágenes que nos rodean. En condiciones de oscuridad total, al no llegar nada de luz a la retina, no podemos ver lo que tenemos alrededor.

De este modo, podemos concluir que la pupila funciona como el objetivo de una cámara, accionada por dos músculos: el dilatador abre el objetivo y el esfínter de la pupila, lo cierra. Estos músculos se activan de forma automática e inconsciente, en respuesta a los estímulos luminosos.

¿Por qué se dilatan las pupilas?

Al margen de la respuesta automática al estímulo luminoso, existen otras causas por las cuales se dilatan las pupilas:

Dilatación o midriasis inducida por fármacos

Cuando acudimos al oftalmólogo a revisar nuestra vista, en muchas ocasiones necesita provocar una dilatación artificial de la pupila. Por ejemplo,

  • para poder examinar correctamente el fondo del ojo (con OCT o retinografía)
  • para obtener una graduación con cicloplejia 100% confiable en niños, a fin de conocer la capacidad de enfoque del ojo
  • para realizar cirugías como la de las cataratas o la vitrectomía

Por otra parte, el consumo de tóxicos como el alcohol, la cocaína, las anfetaminas o el LSD, afectan a nuestro sistema nervioso central, en concreto, a los receptores de serotonina del cerebro, relajando los músculos de la pupila y, ocasionando en consecuencia que las pupilas estén dilatadas.

Por problemas neuronales

  • traumatismos craneoencefálicos
  • accidentes cerebrales de tipo vascular
  • hernias cerebrales
  • epilepsia
  • migraña

Por causas fisiológicas

Liberación de adrenalina

Cuando tenemos miedo o estrés, la amígdala de nuestro cerebro activa una reacción de alerta y huida, a través de la liberación de adrenalina. Por una parte, esta hormona ayuda a los músculos a liberar más azúcar, facilitando su rápida activación, para huir de la amenaza de peligro percibida por el cerebro (con independencia de si la situación de peligro es real o imaginaria). Por otra, provoca una dilatación de la pupila, con la finalidad de permitirnos observar con detalle la situación de amenaza.

Liberación de oxcitocina

El enamoramiento, el embarazo o el deporte elevan nuestros niveles de oxcitocina. Esta hormona también favorece la dilatación de la pupila….. ¿para ver mejor a tu enamorado, tu bebé o por donde pisas al correr?, es probable. El funcionamiento de nuestro organismo es casi perfecto y nos prepara para todas las situaciones que se nos pueden presentar durante la vida.

¿Cuándo debemos preocuparnos?

Como hemos explicado, ante determinados estímulos, nuestras pupilas se dilatan de forma automática, al responder ante un estímulo u otro de los comentados. Sin embargo, si transcurren unas horas del impacto del estímulo y las pupilas siguen dilatadas, es necesario consultar al oftalmólogo.

 

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