Cada vez más, se prescribe hidratación ocular con lágrimas artificiales. Pero, ¿es recomendable utilizar lágrimas artificiales?

Para poder entender la necesidad y el porqué de si es recomendable utilizar lágrimas artificiales, primero debemos conocer las posibles alteraciones lagrimales que se pueden producir y que motivan esta necesidad.

¿Qué es la lágrima para qué sirve?

La lágrima es una película fluida que recubre la córnea y la conjuntiva y tiene la función de:

  • evitar la sequedad corneal
  • mantener el poder de refracción (una alteración de la película lagrimal puede afectar a la agudeza visual)
  • intervenir en la nutrición de la superficie ocular facilitando la entrada de oxígeno
  • participar en la defensa contra infecciones (gracias a que contiene inmunoglobulina A, lactoferrina y lisozimas).

¿Cuál es la composición de la lágrima artificial?

En cuanto a su composición de lágrima artificial, consta de tres capas:

  • la más externa lipídica
  • una intermedia acuosa (que constituye el 90 % de la lágrima)
  • una capa de mucina que está en contacto con la córnea.

Cada uno de estos componentes tiene su función. Por ejemplo, los lípidos ayudan a evitar que la película lagrimal se evapore demasiado rápido y a aumentar la lubricación, mientras que la mucina ayuda a fijar y propagar las lágrimas a través de la superficie del ojo.

¿Cómo saber si la lágrima artificial está alterada?

La osmolaridad (concentración total de sustancias en un disolvente) de la lágrima en condiciones normales es 302 ± 9.7 mOsm/L, es un dato clave para saber si la lágrima está alterada o no.

El síndrome del ojo seco y utilizar lágrimas artificiales

La alteración lagrimal más común es la conocida como “Síndrome del ojo seco”. Es uno de los casos más típicos en los que es recomendable utilizar lágrimas artificiales.

El ojo seco según recoge el Informe del Subcomité de definición y clasificación del Taller internacional sobre ojo seco (DEWS, 2007) es una enfermedad multifactorial de la lágrima y de la superficie ocular que se manifiesta con molestias, alteraciones de la visión e inestabilidad de la película lagrimal que puede provocar daño en la superficie ocular.

Normalmente afecta de forma bilateral y crónica. Se acompaña de aumento de osmolaridad de película lagrimal e inflamación de la superficie ocular (Tomlinson et al., 2006).

Al desestabilizarse la película lagrimal se produce la desecación del epitelio corneal (la capa más externa de la córnea) y la mucina no se fija bien, por lo tanto, el agua es repelida por la superficie corneal afectada, aumentando la evaporación de la lágrima y produciendo mayor exposición directa de la superficie ocular al aire.

Síntomas del ojo seco

Entonces es cuando empiezan a manifestarse los síntomas:

  • picor ocular
  • sensación de cuerpo extraño
  • prurito
  • visión borrosa
  • disminución de la visión
  • sequedad
  • fotofobia
  • fatiga ocular
  • ojo rojo.

Factores externos que agravan la sequedad ocular

Estos síntomas aumentan cuando:

  • estamos en ambientes secos (calefacciones o aires acondicionados muy elevados),
  • hay un exceso de polución o de polen en el ambiente (la escasez de lágrima no puede diluir y eliminar correctamente las partículas que están flotando en el aire y consecuentemente se quedan en la conjuntiva desencadenando irritación),
  • se produce un uso continuo de dispositivos digitales (ya que tendemos a parpadear y menos frecuentemente y lleva a mayor evaporación lagrimal),
  • se usan de lentes de contacto (dificultando la transmisión de oxígeno y alterando el equilibrio lagrimal)
  • mayor en las mujeres cuando inician cambios hormonales
  • personas con enfermedades sistémicas o autoinmunes
  • personas que acaban de ser intervenidas de alguna cirugía ocular refractiva o de cataratas.

¿Qué son las lágrimas artificiales?

Las lágrimas artificiales son un producto farmacéutico/sanitario administrado por vía tópica con el fin de aliviar la sintomatología del paciente con ojo seco, intentando suplir la lágrima humana reproduciendo sus características físico-químicas: osmolaridad, pH, viscosidad y tensión superficial (Torras y Moreno, 2006).

Tipos de lágrimas artificiales

Existen diferentes tipos de lágrimas en función de su composición. Su principal componente son los humectantes y aunque pueden emplearse una gran variedad, destacan sobre todo las sustancias mucopolisacaridas concretamente el ácido hialurónico.

En cuanto a la elección del sistema monodosis o multidosis, ambas opciones presentan resultados muy similares, siendo mejor la opción monodosis al no llevar conservantes disminuyendo así el efecto tóxico que pueden producir si se abusa de ellas sin control médico.

Dicho esto, hay que tener en cuenta que siempre que observemos alguna molestia o anomalía ocular debemos acudir a un especialista, ya que aunque las lágrimas artificiales tienen la capacidad de aliviar molestias e hidratar el ojo, es posible que sean insuficientes o necesiten combinarse con otros fármacos o tratamientos.

Fuente:Rebeca Colomer Berdun

Diplomada en Optometría

Abrir en WhatsApp
1
¿Tienes alguna duda?
Hola, ¿en qué podemos ayudarte?