Al igual que en cualquier otro ámbito, muchas personas dan crédito a la que se conoce como “sabiduría popular”, que alberga frecuentemente mitos basados en creencias pasadas o experiencias particulares, generalmente carentes de base científica que los avalan. En el campo de la oftalmología ocurre lo mismo. Existen mitos sobre la cirugía de cataratas, por ejemplo.

En el momento que vivimos, el enorme alcance que ofrece internet abre un mundo de posibilidades a la “infoxicación”. Muchas personas suben contenidos no validados por organismos oficiales, generando a menudo confusión y la formación de opiniones erróneas sin fundamento apropiado entre quienes no los contrastan.

Por este motivo, se hace especialmente importante, por parte de los profesionales de los distintos ámbitos, desmontar mitos y creencias, a cerca de los temas que les competen. Es más necesario que nunca volver a hacer pedagogía entre la población, especialmente en lo que a cuestiones de salud se refiere.

En esta ocasión, trataremos de desmontar mitos que existen sobre la cirugía de las cataratas. Lo haremos planteando cuestiones que muchas personas afirman taxativamente, y ofreciendo la justificación de su certeza o mito.

Sólo tienen cataratas las personas mayores

Esta afirmación es un mito porque, aunque las cataratas son más comunes en personas mayores, también pueden aparecer en personas jóvenes debido a factores como el uso prolongado de corticoides, un traumatismo trauma ocular, enfermedades sistémicas como la diabetes, o la transmisión congénita ya en el recién nacido.

Si no uso gafas de sol tendré cataratas antes

Esta afirmación contiene una certeza parcial. La exposición prolongada a la radiación ultravioleta puede aumentar el riesgo de desarrollar cataratas de forma prematura, por lo que usar gafas de sol con protección UV puede retrasar su aparición. No obstante, todavía es necesario desarrollar estudios poblacionales más extensos para poder ofrecer una respuesta concluyente.

Las cataratas empeoran si se fija la vista de cerca

Esta afirmación es un mito sobre la cirugía de las cataratas. El esfuerzo visual no tiene ningún impacto en el desarrollo o progresión de las cataratas. La catarata es el resultado de cambios en la transparencia del cristalino, producidos por el envejecimiento u otros factores.

Las cataratas no interfieren en la visión nocturna

Esta afirmación es un mito. De hecho, uno de los primeros síntomas de las cataratas es la dificultad para ver de noche, especialmente debido a deslumbramientos o halos que se forman -a nuestros ojos- alrededor de las luces cuando el ambiente de fondo es oscuro. Otro de los síntomas es la visión borrosa en ambientes con poca iluminación.

Es mejor esperar lo máximo posible para operar las catarata

Esta afirmación es un mito. Esperar demasiado para operarse puede hacer la cirugía más compleja y aumentar el riesgo de complicaciones. Actualmente, se recomienda operar las cataratas cuando empiezan a afectar la calidad de vida y la visión, no necesariamente es recomendable esperar hasta que estén muy avanzadas.

Después de que me operen de cataratas, ya no necesitaré gafas

Depende. Si bien la cirugía de cataratas puede mejorar notablemente la visión, la necesidad de gafas dependerá del tipo de lente intraocular que se implante y del estado de la visión antes de la cirugía. Con lentes multifocales o de enfoque extendido, es posible reducir o eliminar la dependencia de gafas, pero no todos los pacientes son candidatos para estos lentes.

Después de operarme de cataratas me taparán el ojo y tendré que estar bastante tiempo en reposo

Esta afirmación es un mito sobre la cirugía de las cataratas. La mayoría de las cirugías de catarata es posible realizarlas con anestesia tópica que no requiere oclusión posterior. En el caso de que se utilice anestesia local, se cubre el ojo temporalmente, aproximadamente durante seis horas. El período de reposo no es tan largo como se podría pensar. En la mayoría de los casos, los pacientes pueden volver a sus actividades normales en pocos días. Un promedio de tres a cinco, con algunas restricciones como evitar esfuerzos intensos o contacto directo con agua en el ojo durante aproximadamente tres semanas. .

Las cataratas se pueden volver a formar

Esta afirmación es un mito sobre la cirugía de las cataratas. Una vez que se retira el cristalino opaco (la catarata), esta no puede volver a formarse. Sin embargo, algunos pacientes pueden desarrollar una opacificación de la cápsula posterior, lo que se llama “catarata secundaria”, y que popularmente también se atribuye a que se haya “ensuciado la lente intraocular”. Esta condición es tratable mediante un procedimiento láser rápido y sencillo, la capsulotomía con láser YAG, que se realiza en consulta con anestesia tòpica.

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