El grupo oftalmológico Admiravisión ofrece a los padres de los recién nacidos, la posibilidad de realizar la exploración del fondo del ojo del bebé a modo de screening mediante la cámara RETCAM, bajo dilatación pupilar y siempre en medio hospitalario seguro (Nursery). Los resultados informados adjuntan las imágenes retinoscópicas obtenidas y del bebé. La prueba se realiza en los primeros días de vida mientras están hospitalizados, o al acudir unas semanas más tarde con la madre a la revisión ginecológica. Incluye una muy importante visita de control anual, necesaria para todos los bebés a fin de comprobar su normal desarrollo visual.
El estudio UNEED con RetCam en el mundo
Actualmente formamos parte del grupo de estudio universal para el diagnóstico precoz de patologías en el recién nacido no prematuro, UNEED (Universal Newborn Eye Exam Digital). Este grupo está formado por países como USA, Brasil, China o Suiza, en los que hay una extensa población sometida a la prueba (obligatoria en China). Muchos de ellos iniciaron su investigación años después de nosotros, por lo que, en las reuniones y convenciones científicas, nos situaron como pioneros. El método y material utilizado ha sido unificado, así como todos los resultados obtenidos que son integrados en una base de datos común, que permite realizar Telemedicina universal para la consulta entre oftalmólogos y otras especialidades médicas que demandan la realización de la prueba externamente.
Hallazgos y recomendaciones del screening de retina con RetCam
La exploración sistemática ocular del recién nacido a término incluye la exploración del polo anterior, en cambio, la exploración con Retcam nos permite ampliar la exploración del ángulo camerular antes de la dilatación y del polo posterior con dilatación incluyendo los medios y el fondo del ojo.
Es un método rápido (dura menos de 5 minutos), seguro para el niño y de probada eficacia en la detección precoz de patologías oculares potencialmente graves que pueden comprometer la función visual y en su caso, determinar cuáles deberían iniciar rápidamente un tratamiento para evitar déficit visual, ceguera o descartar otras importantes patologías sistémicas y neurológicas asociadas a las mismas y permite seguir su posterior evolución.
Nuestros resultados en los últimos 10 años en unos 2500 recién nacidos a término o por encima de las 34 semanas de gestación, nos permiten confirmar que el hallazgo más frecuente encontrado en el 20 % de los casos patológicos, son las hemorragias intarretinanas debidas al natural traumatismo del parto. En contados casos, también se producen en cesáreas en que se les ha reconvertido el parto en el último momento o por prolongación de la gestación, superando las 40 semanas.
En la mayor parte de casos, estas hemorragias se han reabsorbido antes de los 3 meses pero es necesario descartar la afectación macular (zona central de máxima visión), que puede ser causa de una ambliopía posterior en un niño con baja visión.
Menos frecuentes, con una incidencia de alrededor del 2%, pero más graves son otras patologías halladas. Es el caso de las hemorragias subconjuntivales y palpebrales, microftalmos congénito, catarata congénita, coloboma de retina y nervio óptico, alteraciones pigmentarias de la retina, aniridia, malformaciones vasculares, atrofias del nervio óptico, glaucoma congénito, vitreoretinopatías, etc.
Otro campo de aplicación de esta prueba es el médico forense, para descartar malos tratos en los bebés bajo sospecha de ser sometidos a un zarandeo continuo. A veces estos bebés no presentan signos externos de violencia pero sí letargo y afectación de la conciencia, por grave afectación neurológica central isquémica-hemorrágica. En estos casos, las hemorragias retinianas extensas son muy frecuentes y pueden diagnosticarse al realizar la prueba. La presencia de las mismas en bebes de más de 3 meses son confirmatorias del síndrome del bebé zarandeado en estado grave.
Actualmente solicitan la exploración sólo un 20 % del total de partos a término anuales, muy por debajo de los otros países citados anteriormente, por lo que se debería concienciar a los padres y pediatras de la importancia de una exploración ocular completa al nacer, sin limitarla a los casos de prematuridad donde sí se está realizando sistemáticamente.
Transmitimos pues la importancia de un diagnóstico precoz en enfermedades como el glaucoma congénito, el tumor infantil de la retina (retinoblastoma), la atrofia del nervio óptico (hipoplasia), la amaurosis congénita de Leber , el coloboma de retina y nervio óptico, anomalías del segmento anterior y del cristalino (como la aniridia), ectopia lentis, Síndrome de Rieger y otras. Es importante descartar más anomalías sistémicas asociadas incluyendo tumores de diversa localización y alteraciones neurológicas, formando todas ellas parte de síndromes multisístémicos , porque serán vitales para el correcto desarrollo y la salud del niño.
Dra. Isabel Romagosa
Oftalmopediatra experta en RetCam
Grupo Admiravisión