Efectos del estrés sobre el sistema visual

Efectos del estrés sobre el sistema visual: ¿Qué es el estrés?

Efectos del estrés sobre el sistema visual. El estrés es una reacción desmesurada del cerebro ante un estímulo externo. Se activa por un estado de sobre alerta. Y el estado de sobre alerta es fruto de una situación de miedo. Todo este proceso se produce en la amígdala cerebral, que es nuestro cerebro primigenio, el responsable de las emociones y, por tanto, de la reacción corporal que generan. El miedo es una emoción que tiene la función de protegernos de un peligro. En los orígenes de la humanidad, cuando un león cavernario se acercaba, era necesario activar un mecanismo que permitiese la huida rápida. Este mecanismo es la segregación rápida de una gran cantidad de adrenalina. Esta hormona aumenta la presión sanguínea, el ritmo cardíaco, la cantidad de glucosa en la sangre y acelera el metabolismo,  para permitir una rápida y ligera activación del organismo. Una vez ha pasado el peligro, los niveles de adrenalina vuelven a sus valores normales y el cuerpo se relaja.

El problema se origina cuando el cerebro percibe una amenaza constante, que no se corresponde con una situación de peligro puntual, y mantiene niveles de adrenalina elevados durante mucho tiempo sostenido. Es lo que conocemos por estrés.

El estrés tiene efectos sobre todo el organismo, incluido el sistema visual.

Efectos del estrés sobre la salud

En situaciones de estrés, el cuerpo empieza a segregar otra hormona, el cortisol, que afecta al sistema nervioso y al sistema hormonal, retroalimentando el circuito de la ansiedad. Esto suele ocurrir en épocas de mucha exigencia laboral o familiar, por ejemplo.

Una vez activado este circuito, cuesta mucho de desactivar y tiene repercusiones sobre la salud física y mental, que pueden ser entre leves y graves, dependiendo de la duración y el impacto emocional de la situación causante del estrés. En concreto produce:

• hipertensión arterial
• inmunodepresión (la caída de defensas puede producir enfermedades autoinmunes)
• enfermedades reumáticas
• deterioro cognitivo
• envejecimiento celular
• alteraciones metabólicas (repentina pérdida o ganancia de peso)

Efectos del estrés sobre el sistema visual

En el caso del sistema visual, el estrés puede generar distintos problemas:

Tics en el ojo

Consiste en el cierre involuntario de los párpados, de manera repetitiva. Es lo que conocemos como tic nervioso en el ojo y no debe confundirse con el blefaroespasmo que se produce en los dos ojos, de forma crónica y tiene origen en un problema neurológico, entre otros.

Los tics en el ojo suelen remitir si no tomamos excitantes, descansamos y practicamos un pequeño masaje en el párpado.

Blefaritis

Es una inflamación de los párpados que puede estar desencadenada por estrés, al margen de la causa principal que es el ojo seco o la dermatitis seborréica.

Coroidopatía serosa central

Es una enfermedad de la retina que afecta principalmente a personas con personalidad de tipo A, muy competitivas y con marcada tendencia al estrés cuotidiano.

Ocasiona visión borrosa, micropsia (percepción del entorno en medidas inferiores a las reales), metamorfopsias (percepción distorsionada del entorno) y/o pérdida de visión central.

En algunos casos se resuelve de forma espontánea. En otros, se puede prolongar en el tiempo y generar lesiones que requieran de fotocoagulación con láser Argón

Pérdida súbita de visión (afectación psiquiátrico)

El estrés post-traumático, las crisis de ansiedad o la depresión puede ocasionar una pérdida súbita de visión, cuya duración y resolución están condicionadas a la evolución del problema causante.

La salud mental es tan importante como la salud física y debemos poner todos los medios para cuidarla. Al igual que cuando tenemos algún problema físico no dudamos en acudir al médico, cuando tenemos los primeros signos de malestar emocional, es necesario consultar a los expertos en salud mental. Una detección precoz y hablar del problema pueden evitar un problema de salud mental más grave.

Asimismo, del mismo modo que nos preocupamos de nuestros hábitos alimentarios y deportivos, debemos poner el mismo empeño en practicar actividades como el mindfullness y todas aquellas que contribuyen a proporcionarnos alegría y bienestar.