Posiblemente nos hemos hecho esta pregunta muchas veces: ¿cuándo debo ir al oftalmólogo?
La respuesta depende principalmente de la edad, de si se tiene alguna enfermedad de base, y de los antecedentes familiares.
Índice de contenidos
¿Cuándo debo ir al oftalmólogo? Revisiones oftalmológicas según edad
Primeros 24 meses de vida
En caso de niños prematuros o con bajo peso, es importante realizar un fondo de ojo en las primeras semanas de vida para poder detectar la aparición de la retinopatía del prematutro. Asimismo, la exploración oftalmológica puede evidenciar alguna causa infecciosa responsable de la prematuridad o del bajo peso al nacer. Admiravisión dispone de tecnología RetCam, la única cámara de campo amplio (de hasta 130°) que permite capturar imágenes de la retina en recién nacidos.
Al margen de la prematuridad, se debe revisar la visión de los niños menores de 2 años si los padres, familiares o profesores detectan alguno de los siguientes síntomas, para poder realizar un diagnóstico y tratamiento precoz:
– lagrimeo o conjuntivitis de repetición: puede haber una obstrucción de la vía lagrimal
– desviación de uno o ambos ojos: puede haber un estrabismo congénito
– fotofobia, córneas grandes y lagrimeo: puede haber un glaucoma congénito
– leucocoria o reflejo blanquecino pupilar: puede haber una catarata congénita, o retinoblastoma, entre otros
– movimientos rápidos de los ojos pueden deberse a un nistagmus congénito (movimientos involuntarios de los ojos por causa neurológica)
Inicio de escolaridad
¿Cuándo debo ir al oftalmólogo? Es recomendable hacer una primera visita antes de los 4 años, pues a esta edad los niños empiezan a colaborar y si se detecta algún defecto visual todavía estamos a tiempo de corregirlo.
Durante la exploración oftalmológica se evaluará la agudeza visual y si precisa corrección óptica. En ocasiones es necesaria la exploración bajo cicloplejia (con unas gotas que dilatan la pupila) para saber con exactitud la graduación que necesitan. También es importante valorar los movimientos oculares a fin de detectar estrabismos, corregirlos y así evitar la aparición de un ojo vago o ambliopía. La única manera de evitar el ojo vago es la realización de una revisión oftalmológica a tiempo, pues hasta los 7-8 años de edad es cuando el sistema visual se está desarrollando.
Entre los 3 y los 8 años, se está desarrollando el sistema visual y se inicia el aprendizaje de la lecto-escritura. Es un momento crucial para realizar revisiones anuales, que confirmen el buen desarrollo de la visión. En ocasiones, las dificultades en el aprendizaje pueden deberse a defectos visuales, ya sea por la necesidad de gafas, o bien por dificultades de visión binocular (utilización de ambos ojos, que es necesaria para la visión en 3 dimensiones), o por alteraciones en el proceso de acomodación-convergencia (necesaria para poner los ojos en posición de lectura y poder enfocar). En estos casos pueden ser útiles las terapias visuales.
En la adolescencia
Los adolescentes están sufriendo continuos cambios en su cuerpo. Con el crecimiento, es posible que aparezca graduación que antes no tenían, o bien que varíe la graduación de sus gafas. En consecuencia, son importantes las revisiones periódicas que permitan evidenciar estos cambios.
Entre los 20 y los 40 años
Habitualmente en estas edades es cuando la graduación tiende a estabilizarse y, por tanto, podemos plantearnos la posibilidad de recurrir a la cirugía refractiva para eliminar la dependencia de las gafas. Con las revisiones habituales es posible detectar cualquier cambio en la graduación. Asimismo, también se evalúan la presión intraocular y el fondo de ojo, para descartar posibles enfermedades oculares, como los desgarros de retina en los miopes (que predisponen al desprendimiento de retina).
A partir de los 40 años
Todos los pacientes deberían hacerse revisiones anuales pues es a partir de los 40-45 años, cuando se inician los primeros síntomas de presbicia o vista cansada (dificultad para enfocar de cerca). También resulta importante la medición de la presión intraocular, así como también la observación del nervio óptico y la evaluación del campo visual, pues es la edad de presentación del glaucoma. Una revisión oftalmológica puede prevenir la pérdida irreversible de visión, al detectar y tratar la presión intraocular elevada, principal signo del glaucoma.
A partir de los 60 años
Son importantes las revisiones oculares para detectar la aparición tanto de las cataratas, como de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).
– Las cataratas suelen cursar con cambios frecuentes en la graduación y/o disminución de la agudeza visual. Se trata de un proceso normal de envejecimiento del cristalino que se puede solucionar mediante la cirugía de cataratas con implante de lente intraocular, corrigiendo también en muchos casos la graduación previa.
– Se debe descartar la aparición de DMAE si se detectan irregularidades en la visión central o metamorfopsia (las líneas rectas se ven torcidas). En estos casos además de la exploración del fondo de ojo también es muy útil la realización de una tomografía de coherencia óptica u OCT macular.
¿Cuándo debo ir al oftalmólogo? Revisiones oftalmológicas según patología previa
Algunas enfermedades sistémicas pueden afectar a la visión. Las más destacadas son la diabetes mellitus, la hipertensión arterial y las enfermedades reumatológicas que precisan tratamientos crónicos.
La enfermedad que requiere mayor control oftalmológico es la diabetes. El mejor control de la aparición de la retinopatía diabética es un buen control glucémico (niveles de azúcar en sangre). En estos casos, es muy importante realizar una revisión del fondo de ojo en el momento del diagnóstico, y posteriormente de forma anual. La retinopatía diabética puede ser causa de ceguera y requiere un control estricto. Su oftalmólogo le indicará la frecuencia de las revisiones en función del tipo de diabetes, el tiempo de evolución y del control glucémico.
Revisiones oftalmológicas según antecedentes familiares
Después de haber respondido a la pregunta: ¿Cuándo debo ir al oftalmólogo?, debemos decir que cualquier tipo de enfermedad ocular en un familiar directo es motivo suficiente para realizar una revisión oftalmológica completa. Las enfermedades oculares que tienen un componente genético más importante son el glaucoma y la degeneración macular asociada a la edad.
Ponte en contacto con Admiravisión si necesitas un especialista oftalmólogo en Barcelona. Te informaremos de todo lo que necesites saber sin compromiso.