Es una técnica de última generación con la que se obtienen resultados inmediatos y excelentes.
La intervención consiste en introducir una lente de contacto intraocular flexible entre el iris y el cristalino, por una incisión de 2,8 mm. con anestesia tópica (gotas). Es indolora y lleva unos 8 minutos por cada ojo. NO requiere ingreso hospitalario.
Hasta ahora, las lentes utilizadas eran rígidas, ello implicaba realizar una incisión más amplia, de 6-7 mm, con la posterior necesidad de suturar, 3 – 4 puntos, para cerrar la incisión. Esto obligaba a una anestesia local o general, inducía un astigmatismo elevado y retrasaba la recuperación visual.