El glaucoma es un conjunto de enfermedades cuyo denominador común es el desarrollo de una neuropatía óptica progresiva, generalmente bilateral, responsable de una serie de alteraciones características. Estas pueden ser tanto anatómicas (pérdida de fibras nerviosas de la retina y, secundariamente, aumento de la excavación papilar) como funcionales (defectos en el campo visual).
Debemos diferenciar Glaucoma y elevación de la presión intraocular. La presión intraocular elevada no implica sufrir la enfermedad, aunque sí es el principal factor de riesgo modificable de Glaucoma. Es decir, a través del descenso tensional conseguimos detener o enlentecer el avance de la enfermedad en la mayoría de los casos.
El glaucoma es la principal causa de ceguera irreversible en el mundo a pesar de que su progresión suele ser lenta, a lo largo de décadas en la mayoría de los casos. Esto es así porque no hay síntomas, es una enfermedad silente, el paciente no acude al médico y , desgraciadamente, muchas veces el diagnóstico es tardío. Puesto que se trata de una causa de ceguera evitable, se hace preciso establecer unas directrices para potenciar el diagnóstico precoz.