La visión borrosa puede ser debida a una causa transitoria, o por una causa permanente que precisa tratamiento para su resolución.
Visión borrosa transitoria
Hay ocasiones en las que se produce visión borrosa, sin que esté asociada a ninguna enfermedad o trastorno ocular. Las posibles causas pueden ser:
- Dormir en una posición que ha comprimido el nervio óptico. Al levantarte de la cama, hasta que se descomprime con el paso de los minutos, puedes ver borroso.
- Fatiga visual. Cuando fuerzas la vista demasiado rato de cerca.
- Falta de sueño
- Ligera bajada de tensión arterial al ponerse en pie. Se recomienda primero sentarse y después incorporarse despacio para dar tiempo a la tensión arterial para que se estabilice. Es especialmente importante en el caso de personas mayores.
- Problemas en las cervicales.
- Migraña
- Sequedad ocular
- Deslumbramiento
Visión borrosa permanente
La visión borrosa se produce cuando como consecuencia de una pérdida de agudeza visual, que puede estar motivada por:
- Defectos refractivos (miopía, hipermetropía, astigmatismo), motivan que se perciban los objetos con poca nitidez en la visión lejana.
- Presbicia, que distorsiona la visión cercana.
- Cataratas, que nublan la visión a todas las distancias.
- Glaucoma. El daño en el nervio óptico produce visión borrosa periférica, en la zona en la que posteriormente se acaba perdiendo la visión.
- Queratocono, que modifica la curvatura de la córnea, de esférica a cónica, distorsionando la visión.
- Retinopatía diabética. Al aumentar el tejido fibroso en la retina, las imágenes no se perciben con tanta claridad
- Traumatismo ocular que ocasiona rotura del esfínter del iris, luxación de la catarata, glaucoma, uveitis o afectación de la mácula.
- DMAE. Los primeros síntomas de la degeneración macular son visión borrosa en la zona central de la visión, en la que posteriormente se acaba perdiendo la visión.
- Uveitis anterior, al inflamarse el iris o el cuerpo ciliar.
- Pterigion avanzado que cubre el eje visual o genera una visión astigmática
- Ictus en la zona cerebral que controla el movimiento de los ojos o el transporte de la visión.
Como podemos observar, la visión borrosa puede estar ocasionada por causas leves, pero también por causas más graves. En consecuencia, si tenemos visión borrosa que no podemos atribuir a una de las causas leves y que persiste en el tiempo, no debemos demorar la consulta al oftalmólogo.